5.09.2011

Diferentes guitarras y su relación con el Park Güell

Como hemos dicho anteriormente, Picasso se inspiró en gran parte en instrumentos musicales para crear sus composiciones. La nuestra, está compuesta por la técnica del collage, carboncillo, tinta china y tiza blanca. El papel de pared, los periódicos, y demás materiales, hacen de esta representación algo más cercano al boceto que a la obra de arte, gracias a su simplicidad en cuanto a figuras geométricas curvas se trata. Los colores fríos provocan sensaciones de tristeza y soledad, muy relacionados con los mensajes transgresores de los recortes de periódico utilizados.
En esta imagen, podemos ver la Maqueta de guitarra, hecha en 1912 con papel y cartón sobre lienzo.

Información extraída de:
El siglo de Picasso; Museo de Arte Reina Sofía (1988)

Referentes de la obra de Picasso

En 1912, Picasso realiza su primer collage: Naturaleza muerta con silla de paja (Museo Picasso, París), con pasta de papel y hule sobre el lienzo. La subjetividad del pincel se aparta para dejar paso a materiales simples y cotidianos que se pegaban o se clavaban en el lienzo (tapicerías, periódicos, naipes, cajetillas de cigarros y cerillas, etc). Estás composiciones, inspiradas la mayoría en cafés y en música, no andaban muy lejos de los bodegones compositivos. La intención se basaba en que el público captara la atención del material y no la representación.
Otra de las obras en este período del autor es Naturaleza muerta verde (1914).

Es importante destacar que antes y durante de la época del cubismo sintético, Picasso pasó por la etapa del cubismo hermético, donde la mayoría de sus composiciones fueron planas, pero con una temática similar. Un gran ejemplo es Violín colgado en la pared, 1913 (Museo de Bellas Artes, Berna), donde utiliza arena en la pintura, a la vez que simula al collage con distintos planos y la textura de la madera.

El jugador de cartas, 1913 - 1914 (que contiene muchos elementos del collage trampantojo) y Mujer en camisa sentada en un sillón combinan ambas influencias del cubismo sintético y analítico, donde el resultado ofrece elementos paisajísticos y figuras humanas, con tonos llamativos, objetos cotidianos, y manteniendo la misma estructura que en las demás obras.

Obras importantes de su entorno fueron: La Guitarra (1913), de Juan Gris (uno de los tres maestros del cubismo, junto a Picasso y a Braque); y El Portugués (1911), de Braque.
También cabe decir que Picasso sirvió como influencia a Tatlin (pintor y escultor ruso) gracias a la técnica de los ensamblajes del artista.


Información extraída de:
El siglo de Picasso; Museo de Arte Reina Sofía (1988)
http://www.spanisharts.com/history/del_impres_s.XX/arte_sXX/vanguardias1/cubismo_picasso.html
http://www.slideshare.net/annablascorovira/picasso-4367383
http://www2.museopicassomalaga.org/

Referentes en la obra de Gaudí

  • Se dice que el Park Güell trataba de imitar a los jardines ingleses, y no solo desde el ámbito urbanizable, sino también, desde dentro de los jardines rocosos, bien arraigados en la segunda mitad de siglo. El primero apareció en 1772, el Physic Garden de Chelsea, para el que trajeron cuarenta toneladas de piedra vieja de la Torre de Londres, junto con calizas y lavas de Islandia.
    El Parque Samà de Josep Fontserè (cerca de Reus), y el Montserrat artificial del Parque de la Ciudadela son también buenos ejemplos de este fenómeno tan característico, ya que en el Park Güell, Gaudí trataba de aprovechar la naturaleza del terreno y sus materiales.
  • El refugio de peatones con un banco continuo, situado en lo alto de la escalinata y excavado debajo de la columnata dórica, es una derivación refinada y geometrizada de la gruta, que nos recuerda al nombre de Salón de las Mil Columnas (cuevas de Artà) o Salón de las Columnas (de las cuevas del Drach), ambas en Mallorca, que Gaudí conocia antes de empezar su obra. Es posible que su columnata dórica fuese una combinación de templo griego y dichos salones o grutas parecidas.
  • El Palacio Ideal de Ferdinand Cheval (1836 - 1924), construido en Francia entre 1879 y 1905, abarca cronológicamente los tiempos de formación como arquitecto, época ecléctica, y primeros años de la época naturalista de Gaudí. Hay cierto paralelismo entre éste y Cheval, ya que tratan de realizar su obra con tres elementos (grutas, torres, y escultura); y una enorme preocupación sobre la ornamentación y la posterior aplicación de los elementos naturales. Pero sin duda, el Palacio Ideal es mucho más importante, ya que Cheval no fue arquitecto ni trabajó en ningún sector artístico; simplemente era cartero y lo construyó pieza a pieza por su propia cuenta y esfuerzo. Levantar los muros exteriores le ocupó dos décadas, y el resto de las obras trece años más. Cuando las autoridades, como le sucedió a Raymond Isidore (con la mansión Picassette), le negaron la posibilidad de ser enterrado en ella – por entonces ya era un anciano de setenta y ocho años- , adquirió un terreno en el cementerio y dedicó los siguientes ocho años de su vida a construir su propio mausoleo, obra que finalizó veinte meses antes de que le llegara la muerte (en 1924, a los ochenta y ocho años). El Palacio Ideal de Cheval es una estructura de doce por veintiséis metros y catorce de altura. Los muros exteriores reflejan, en una abigarrada maraña, distintos tipos de edificios y estilos arquitectónicos, muchos de los cuales, según su autor, correspondían a visiones que formaban parte de sus fantasías infantiles. Los materiales empleados fueron piedras de forma curiosa, fósiles y arena, amalgamados con ayuda de cemento. La construcción recuerda, en cierto modo, a los castillos de playa realizados con pegotes de arena húmeda que se deja escurrir entre los dedos. Un estilo que se parece bastante a lo que Gaudí aplicaría después en la fachada principal de la Sagrada Familia.
  • La naturaleza fue una gran fuente inspiradora de Gaudí. Uno de los ejemplos más conocidos es el dragón o lagarto del Park Güell (también relacionado con el guardián de las aguas subterráneas que se encuentra en la escalera del templo de Apolo en Delfos).
  • También se pueden percibir influencias religiosas, como las inscripciones marianas en las pocos azulejos fabricados expresamente para el recubrimiento de los bancos del Park Güell. En algunas ocasiones, se han querido interpretar como contenido críptico. Son alabanzas a la Virgen, pero sucede que algunas de ellas fueron colocadas desordenadamente, en posición inadecuada o invertida.


 Información extraída de:
El mundo enigmático de Gaudí; Tokutoshi Torii, Instituto de España, Madrid (1983)
Antoni Gaudí (1852 - 1926); Fundación Caja de Pensiones (1985)
http://tejiendoelmundo.wordpress.com/2010/11/17/arquitectura-insolita-el-palacio-ideal-del-cartero-cheval/

5.02.2011

Park Güell en imágenes

Pórtico simple. Diagrama de fuerzas presentado en la Exposición Gaudí de París (1910)
Dos pabellones de la entrada (1907)
Fiesta en Noviembre (1907) 



Planta general del parque (1911)






































El mundo enigmático de Gaudí; Tokutoshi Torii, Instituto de España, Madrid (1983)


Diferentes aplicaciones del trencadís:
http://www.youtube.com/watch?v=D8dyK-YbKCg
http://www.trencadis.es/

4.25.2011

Curiosidades gaudinianas

Siendo declarado en 1984 como Patrimonio mundial de la UNESCO, el Park Güell es la obra de mayor envergadura en cuanto a extensión que Gaudí realiza en Barcelona, ya que cuenta con veinte hectáreas, con el objetivo de urbanizarlas. Estas actuaciones urbanísticas no son nada comunes, ya que por ejemplo, la sala hipóstila sirve de soporte a la gran plaza con el banco sinusoidal como límite. Además de la relación con la topografía del lugar, y de la intención de acoplarlo a la naturaleza en algunos elementos de la obra (los viaductos están construidos con piedra del lugar).

La construcción del parque se encuentra dentro de su etapa naturalista, donde Gaudí pule su estilo personal, muy relacionado con la naturaleza (introducción de la biomimética -utilización de las estructuras de elementos naturales para mejorar los que han sido creados por el hombre- que utiliza, por ejemplo, en las columnas de la Sagrada Familia, para garantizar, a través de la ramificación del peso, un mejor apoyo y estabilidad en la sujeción del techo) . Con la finalidad de conservar la forma original de la Muntanya Pelada, se construyeron caminos siguiendo las curvas de nivel y, cuando aparecían espacios vacíos, se construía un viaducto que salvaba el desnivel sin llenarlo de tierra. Estos viaductos se hicieron con pilares y vueltas de ladrillos, después revestidos con piedras del lugar para darles el aspecto de grutas naturales. Las columnas son inclinadas, recubiertas con piedra sin pulir, un elemento que combina perfectamente con el entorno natural, que Gaudí completó plantando las especies vegetales autóctonas: pinos, encinas, palmeras, algarrobos, matorrales, romero, tomillo y plantas trepadoras.
Prima la ausencia de racionalidad, y potencia las formas orgánicas, a partir del estudio de la geometría reglada y de la creatividad ornamental.

Sin lugar a dudas, es su trabajo más completo. Cuenta con la colaboración del arquitecto Josep Mª Jujol i Gibert (arquitecto catalán consagrado por su cuantiosa aportación e interés por el detalle artesanal en muchas de las obras gaudinianas), en todos aquellos puntos en que existe el cromatismo.
Cabe destacar que Gaudí participó en la Exposición Universal de París en 1878, como autor de la vitrina para la Guantería Comella. Fue a partir de aquí cuando el empresario, Eusebi Güell, le encargó una de las múltiples obras de las que sería patrocinador: el Park Güell
Hablando de curiosidades, no estaría de más destacar que Güell, impresionado por la belleza de los jardines de La Fontaine (Nimes), decidió nombrar la urbanización de Gràcia como Park Güell en vez de Ciudad Jardín, ya que este cambio indicaba la separación con el concepto de ciudad jardín obrera, como lo fueron las primeras en Nueva York, en 1869, a cargo de Stewart; la de la fábrica Krupp, en Essen; y la de Bournville, en Cadbury. Cuando quiso hacer una villa obrera, construyó la Colonia Güell, en Santa Coloma de Cervelló. En cambio, el Park Güell debía ser un conjunto de edificaciones para gente rica, con parcelas grandes, y edificios costosos. 
El Park Güell está cerrado por un muro y dispone de una puerta principal y de otras auxiliares que permiten el control exacto de la entrada y la salida de personas, cosa que determina una estricta privacidad. 
El hecho de que la idea fracasara, que solamente se contruyeran tres casas además de la porteria, y que al morir Güell fuera abierto por su hijo al Ayuntamiento (que lo convirtió en parque público en 1923), no significa la modificación de la idea primitiva, es decir, un parque privado, urbanizado, y con capacidad para unas sesenta casas que, entre el terreno propio, las calles, y los servicios comunes, podrían disponer de dos mil quinientos metros cuadrados cada una, si bien el terreno propio de cada comprador se limitaba a unos mil quinientos metros cuadrados. Con estas superficies es comprensible que no se pensara hacer una ciudad jardín para obreros. Es más, impidiendo las condiciones de venta a que se construyeran industrias, restaurantes, o talleres, y prohibir bajo multa la tala de árboles, los compradores quedaban muy ligados a Güell y debían ser personas de su entorno. 


Si hubiera tenido éxito, el Park Güell hubiera sido un barrio de gente distinguida, separado completamente del antiguo pueblo de Gràcia y de Barcelona. Güell tenia allí la casa Larrard y es probable que pensara habitarla, rodeado de las otras casas de nueva planta. Efectivamente, vivió allí desde 1906 y murió en aquella casa el nueve de julio de 1918, aunque no podemos afirmar con certeza si la determinación de trasladarse al parque hubiera sido la misma en el caso en que se hubieran podido vender los terrenos.

En referencia a la obra, podemos apreciar los aspectos arquitectónicos de los dos pabellones (a muchos les inspiran a la casita de chocolate del famoso cuento Hansel y Gretel, de los Hermanos Grimm) que encuadran el acceso principal al carrer Olot, que presentan cierta similitud conceptual con los pabellones de la finca Güell en la avinguda de Pedralbes (con la mítica valla pétrea, y los dos pabellones a modo de torreones medievales, que guardaban el recinto de la urbanización).

Adjunto varias imágenes de distintos tipos de mosaicos con la técnica del opus tessellatum, utilizados en varios elementos del parque. El trencadís, que no es otra cosa que un inmenso collage sin precedentes, se utilizó por primera vez en el llamador de la entrada de la finca Güell. Jujol obtenía las piezas de diferentes lugares, pero como el emplazamiento más importante, podríamos nombrar la fábrica Pujol i Bausis (La Rajoleta) en Esplugues de Llobregat.


La manera de preparar los múltiples medallones que podemos encontrar en el parque es totalmente propia del pensamiento gaudiniano. Primero se preparaba, en un molde con diversas capas de ladrillo sobre el mortero de cal, la forma de base ondulada, y entonces, se comenzaba a colocar el mosaico del trencadís. Gaudí los orientaba, pero no componía personalmente los mosaicos (como hemos dicho, en este caso el que los componía era Jujol). Si el resultado era bueno para el arquitecto, la pieza se incorporaba a la obra; en caso contrario, se apartaba y se guardaba para otra ocasión. En una de las grutas del parque, fueron encontradas unas quince piezas de este tipo, que en 1980 fueron colocadas en la pared del Museo Gaudí del mismo parque. Esta manera de proceder confirma la aserción de Gaudí que afirmaba que cada persona tiene cierta facilidad para hacer determinadas cosas y que esta habilidad es la que ha de explotar su creador.


En cuanto al análisis de otros elementos del parque, la gran escalinata conduce al templo dórico, espacio que comprende aproximadamente la mitad de la superficie de la sala hipóstila, situada encima. Esta sala hipóstila tiene ochenta y seis columnas (que debían haber sido noventa), pero Gaudí suprimió cuatro para colocar plafones de cerámica en el lugar correspondiente del capitel. Encima de la cornisa se compone el banco de cerámica policromada que constituye una de sus obras más notables (donde podemos encontrar nuestro famoso trencadís). Inicialmente, las aguas que caían a la plaza, se filtraban a través del hueco interior de las columnas del templo y pasaban a la cisterna, la cual se forma por el dragón y la serpiente de la escalinata. 
Si prescindimos de los aspectos estructurales, este conjunto de escalera, templo y plaza, es una mezcla de color y de claros-oscuros que se alza en medio de la zona boscosa de la montaña.


El dragón de vivos colores (una de las esculturas más conocidas del siglo XX) es el mismo que expulsa por la boca abierta el agua de la cisterna. Éste no tiene cola, cosa que ha hecho difícil determinar qué clase de bestia es. Un arquitecto chino propuso que la cola es el banco serpenteado situado sobre el templo. Eso haría pensar en uno de los dragones inacabables de las fiestas del año nuevo chino, o puede ser que un nuevo Quetzalcoatl, la serpiente emplumada azteca.


Hay interpretaciones siempre arriesgadas, ya que la mitología brinda muchas soluciones que se pueden identificar con cualquier forma gaudiniana. Según Eduard Rojo, que hizo una tesis doctoral sobre el Park Güell, el dragón es el cocodrilo del escudo calvinista de la ciudad de Nimes, que, además, aparece en el parque de la Fontaine. El autor de este libro ha escrito más de una vez que, por lo que él entiende, podría tratarse de Pitón, el dragón vencido por Apolo y encerrado en el templo de Delfos como guardián de las aguas subterráneas; versión que tiene sentido ya que el dragón hace de desagüe en la cisterna del parque.


En definitiva, podemos sacar muchas conclusiones con todas las obras de Gaudí, pero lo que afirmamos con un sí rotundo, es que ninguna de ellas ha pasado desapercibida. Se han tratado de hacer diversos estudios psiquiátricos sobre Gaudí, pero todos con el mismo defecto: la falta de datos en qué basarse. Tuvo vicios y consiguió dominarlos, pero en cambio, conservó su mal genio hasta el final. Una de sus anécdotas fue la visita que hizo el obispo de Vic, Torras i Bages, al parque. Le dijo a Gaudí que comprendía su idea de conseguir comodidad en aprovechar los desniveles del terreno. Ante una afirmación tan sensata, Gaudí dijo que esa era la justa expresión de su obra.


Reciente artículo publicado en La Vanguardia:
http://www.lavanguardia.com/participacion/cartas/20110517/54155124965/hallazgo-de-gaudi.html


2002, Año Gaudí:
http://www.bcn.es/gaudi2002/




Información extraída de:
Gaudí; Xavier Güell, Editorial GG, Barcelona (1991)
Antoni Gaudí; Joan Bassegoda, Col·lecció Pere Vergés de Biografies, Caixa de Catalunya, Barcelona (1992)
El pensament de Gaudí - Compilació de textos i comentaris; Isidre Puig-Boada, Publicaciones del Colegio de Arquitectos de Catalunya, Barcelona (1981)
Gaudí, Art i Disseny; Exposición organizada en ocasión al Año Internacional Gaudí (2002), Caixa Catalunya, Casa-Museo Gaudí, Junta Constructora Templo Sagrada Familia, Real Cátedra Gaudí, Barcelona (2002)

4.05.2011

La Guitarra (1914)


Pablo Ruiz Picasso (1881-1973), malagueño de nacimiento, es, sin duda, uno de los referentes artísticos e intelectuales del siglo XX. Influenciado por su entorno, actúa a través de sus obras en forma de respuesta al agitado contexto, propio de su época.

No solo pintor y escultor, sino también creador del movimiento cubista, además de uno de los pertenecientes al círculo de intelectuales del bohemio café Els Quatre Gats de la Barcelona modernista.

En vez de extendernos en cada uno de sus períodos creativos, hablaremos directamente de la influencia del cubismo en su obra La Guitarra de 1914. 

El cubismo propiamente dicho, nació en Cataluña, el mismo que Picasso representaba de manera simplificada y sistematizada, donde primaba la síntesis de la obra. Líneas puras, formas geométricas, solamente ayudadas de juegos de sombras para hacerlas más llamativas a la vista. Influenciado por Cézanne, y ante la complejidad de representar la figura humana dentro de este estilo, llevaron a Picasso (y a Braque, amigo con el que trabajó en este período), a pasar del cubismo analítico al cubismo sintético. Básicamente consistía en coger elementos procedentes del análisis de los objetos y con ellos construir libremente un objeto nuevo, que ya no sería la imagen de nada sino una realidad creada por el trabajo del artista.

Alguno de los elementos puramente geométricos continuaron, pero en general, el montaje se hacía a partir de fragmentos de objetos, planos, que permitían reconocerlos. En esta época, surge la costumbre de introducir letras en la pintura. Pronto, tratará de papeles reales pegados, que no es otra cosa que el descubrimiento del collage. A partir de aquí, la evolución hacia la libertad compositiva le llevó a la abstracción. Casualmente, los últimos años del cubismo coinciden con el estallido de la Primera Guerra Mundial.

La obra que tratamos está basada en la experimentación del artista con diferentes texturas y composiciones (un collage cubista titulado Guitarra y fechado en 1912 y otro homónimo emulándolo pero esta vez realizado en metal en 1914). Los materiales y las formas utilizadas no solo le llevaron a avanzar hacia figuraciones y desfiguraciones, sino que marcó un camino a todos los de su época y a los que llegaron después.

En relación al tema, cabe destacar la exposición recientemente celebrada en el MOMA bajo el título Guitarras 1912-1914.


Información extraída de:
Picasso, su vida y su obra; Alexandre Cirici, Caixa d'Estalvis de Catalunya. Barcelona, 1981
Artículo del periódico El País (16/02/11)

4.04.2011

Trencadís Park Güell

Las últimas décadas del siglo XIX vinieron marcadas por cierta confusión en el ámbito artístico; sin embargo, el auge de las grandes ciudades, como Barcelona, resurgió a nuevos estilos y artistas, como por ejemplo, la ordenación del Pla Cerdà. El movimiento Modernista responde  al nuevo ambiente social, político y económico de Cataluña. Muchos fueron sus seguidores y creadores, pero en el caso de Antoni Gaudí i Cornet, natural de Reus (1852 – 1926), marca una trayectoria aislada con una identidad propia.

Sus obras son claramente distinguidas a lo largo de Cataluña y fuera de ésta, ya que antes de acabar la carrera de arquitectura, ya había proyectado alguna de las construcciones que podemos apreciar hoy en día. Dentro de esta trayectoria, se distinguen dos períodos mayoritarios que engloban a distintas etapas: el primero, donde sus influencias históricas son mucho más notorias; y el segundo, donde adquiere un mayor carácter de madurez como arquitecto.

La siguiente pieza a analizar se encuentra dentro del segundo período, conocida como una de las más relevantes, el Park Güell. Situado en la Muntanya Pelada, con unas vistas excepcionales de Barcelona, es un ejemplo de implantación urbana, de la disposición de los elementos con una fuerza formal y cromática desbordante, sin olvidar con ello el cumplimiento de la función. Cabe decir que la idea de Gaudí de “ciudad-jardín” -idea que proviene de Inglaterra, es por eso que se llama "Park" con la letra K- quedó frustrada, ya que finalmente no se construyeron las viviendas unifamiliares que tenía proyectadas; pero aún así, no hay duda de que perdura la mezcla de arquitectura y naturaleza, que hacen de esta obra algo único mundialmente.

La variedad en cuanto a figuras que se aprecia a lo largo de la obra es debido al trencadís, una composición de diferentes piezas irregulares en cerámica tipo mosaico que son unidas con argamasa. Con esta técnica, se anticipó a los collages que los dadaístas popularizaron después. A través de estas composiciones, Gaudí trata de llamar la atención del visitante y ubicarlo plenamente en este lugar, rompiendo así con los cánones de la arquitectura en blanco y negro de la época. Con el fin de conseguir cromatismo, se decidió por la utilización de cerámica esmaltada que ofrece colores vivos, aprovechando la superficie lisa y pulida junto con la superficie tridimensional de su arquitectura, para causar el máximo efecto de brillo al incidir la luz. Al trocear baldosas (restos y desperdicios, también comprados)  que ya tenían su propia decoración, y realizar una nueva composición sin relación con los dibujos de las piezas enteras, unido a la mezcla de fragmentos de diversas piezas, se consiguen efectos visuales peculiares y distintivos de esta técnica (también gracias a Josep Maria Jujol, encargado de aplicarlo y reconocido por su particularidad).

En cuanto al tema estructural del parque, las columnas inclinadas del límite exterior de la sala hipóstila, soportan un arquitrabe que a la vez se convierte en el banco de la plaza. Es en estos bancos (la imagen escogida) donde podemos apreciar el talento de Jujol a la hora de hacer las composiciones de teselas.


Información extraída de:
Antoni Gaudí - Obras y proyectos; Xavier Güell, Editorial GG. Barcelona, 1990
Antoni Gaudí (1852-1926); Diputació de Barcelona. Barcelona, 2002

Todas las obras que contienen trencadís: